viernes, 7 de mayo de 2021

Nos vamos poniendo tecnos...

Diría Luca Prodan parafraseando la vieja canción "nos vamos poniendo viejos" -y eso también es cierto.

Los años pasan y las formas de escribir cambian.


Yo por ejemplo cuando comencé a escribir, hace más de 35 años, lo hacía en una cuadernola de esas que usaba en el liceo. Allí iba anotando todas las ideas que se me venían a la cabeza, también algún poema y sueños que me parecían importantes. Llené la cuadernola con todo eso. 

Por entonces, mi padre me había comprado barata una máquina de escribir antigua, de esas negras, de hierro, que pesaba como 10 kilos. En ella escribí mis primeros relatos y cuentos, mientras practicaba "dactilografía" para un posible trabajo. 

Hoy eso parece de la era antediluviana y esas máquinas son piezas de museo, ¡Y todavía no cumplí los 60 años!!!

Durante un buen tiempo, seguí escribiendo en esa máquina, alternando con los manuscritos en hojas sueltas o cuadernos.

Lo único complicado eran las correcciones; se vendían en las papelerías unas hojitas de papel que se ponían frente a la letra que querías borrar o corregir y al apretar blanqueaba la letra en cuestión. También estaba el corrector líquido que todavía se vende y es muy útil.

Después comencé a escribir en la máquina portátil de mi mujer -mucho más liviana- y en la que no tenía que dar tantos "dedazos" para que marcara. 

Unos años más tarde me tecnifiqué: me compré una máquina de escribir electrónica.  ¡Toda una revolución! Tenía hasta un programita que permitía hacer varios tipos de letra y otros chiches. 

Al poco tiempo empezaron los "procesadores de Texto". Funcionaban en las computadoras que tenían D.O.S. ¿Se acuerdan? El primero que probé fue el Word Perfect 5.1, Era muy práctico y me sirvió mucho. Pronto vino la versión 6.0 que estaba mejorada. Guardabas los textos en los viejos diskettes chiquitos. ¡Qué épocas!

Pero con el avance de las computadoras vino el Word, que al principio me complicó un poco la vida. Era útil pero no tan dúctil como los viejos procesadores que usaba. 

Bueno, lo demás es conocido, las nuevas versiones de Office con Word y otros como el block de notas y el wordpad. Yo todavía uso de esos. Según lo que necesite.

Ahora he estado leyendo que hay no sé cuantos procesadores nuevos y ¡en línea! ¡Que se puede guardar todo en la "nube"! Hasta algunos te marcan cuando cumpliste con tus metas de escribir cierta cantidad de palabras y te dan "premios" o "castigos". 

¡Me siento viejo, ja ja ja! Y eso que no escribo en papiros como los egipcios.

La verdad toda esa tecnología no me conforma, Me gusta escribir tranquilo, corregir despacio, hacer los derechos de autor y luego publicar. 

Todavía sigo escribiendo a mano, algunas veces y después lo paso a la computadora mientras lo voy corrigiendo. Soy medio antiguo, ¡qué le voy a  hacer!

En fin, que los medios podrán cambiar pero lo que importa es el contenido. ¿no te parece?



1 comentario:

chela dijo...

Que linda semblanza, compartida en todos estos años. Seguí adelante que espero otros muchos cuentos para disfrutar.